Imaginarium: La importancia de los valores

Imaginarium se ha convertido en una marca notoria y de prestigio para las familias y la sociedad en general. Desde su fundación, la compañía ha orientado su modelo de negocio a reforzar el valor de la marca y a convertirla en referente de los sólidos valores que fomenta y simboliza, presentes en todos sus productos, tiendas y en su comunicación: la educación, la diversión, la alegría, la energía, la modernidad y el diseño. A todo ello también ha contribuido enormemente la presencia de un equipo humano joven y dinámico comprometido con dichos valores, así como con su misión y visión.

El modelo único de negocio de Imaginarium, basado en la integración vertical de todas las fases del negocio, desde el diseño y conceptualización de los productos hasta la atención y asesoramiento a los invitados, le ha aportado importantes ventajas competitivas.

Por un lado, la fuerza de su marca, su política de marketing relacional y el enfoque hacia productos educativos le ha permitido fidelizar a sus clientes y desestacionalizar sus ventas.

Por otro lado, en el sector del juguete la imagen de marca es muy importante, ya que la preferencia de los consumidores está muy determinada por este factor. Actualmente existe una creciente preocupación por la calidad y seguridad de los juguetes, más acusada aún en los segmentos de población de nivel económico medio-alto, al que precisamente se dirige Imaginarium. No obstante, la marca consigue proyectar dicha imagen, pudiéndose decir que su logotipo actúa como garantía de calidad para los padres allá donde va.

Gracias a todo ello, en 2009 Imaginarium fue invitada a formar parte del Foro de Marcas Renombradas de España, el cual exige para poder ser miembro ”una excelente reputación”, siendo el “renombre y la notoriedad de la marca”, así como el nivel de internacionalización, “los criterios de admisión más valorados, junto con el liderazgo y tamaño de la empresa”.

Así pues, la estrategia empresarial de Imaginarium, basada en la búsqueda de la “satisfacción del cliente más allá de lo estrictamente razonable, dando más de lo que espera recibir", se puede considerar como un ejemplo a la hora de conseguir un posicionamiento diferencial en un mercado tan saturado como el actual.